Los amantes de los piercings buscan siempre nuevos lugares en su cuerpo para poder decorarlos a su antojo. Hay un piercing que resulta higiénico, sofisticado y, lo más importante, no deja marca. Es perfecto para los que se arrepienten pasados los meses pero no quieren renunciar a esta moda.

El piercing dental vuelve a pegar fuerte y cada vez son más los que deciden ponérselo.

piercing dental.

Se trata de un pequeño cristal de vidrio o piedra preciosa, de unos 2 milímetros de diámetro, que se pega a la superficie del diente deseado. Según los expertos la mejor ubicación son los caninos y los incisivos superiores, pero se puede colocar en cualquiera, ya sea natural o un implante.

Hace años la colocación de un piercing dental requería la perforación previa del diente estropeando el esmalte del mismo. Hoy en día la técnica es muy distinta. Es totalmente indolora y no supone ningún desgaste dental ya que se realiza con un adhesivo especial, el mismo que se utiliza para fijar un bracket de ortodoncia. Gracias a este método el proceso es reversible y el piercing se puede quitar sin que queden marcas en el diente y sin dañar al esmalte.